Mientras en Colombia sigue la violencia en los estadios, en Inglaterra acabaron con los "hooligans"

Esa noticia se dio a conocer a nivel internacional y hasta la BBC de Londres la publicó. En el Campín, la barra brava de Millonarios se metió a la fuerza con el ataúd de uno de sus integrantes, en medio del partido Millonarios Tolima 2023. El estadio Metropolitano de Barranquilla este año recibió la visita de una de las barras bravas junioristas entrando y cantando con ataúd en honor del fallecido. Historias que parecen de película, que le han dado la vuelta al mundo, han sucedido en este macondiano país. En los años 80 la violencia en Inglaterra con los “hooligans” se convirtió en una pesadilla para los dirigentes deportivos y de seguridad pública, lo que llevó a un cambio total en los escenarios deportivos que en su mayoría son de los más antiguos del fútbol europeo, uno de ellos hasta con tribunas de madera, con más de cien años de construcción, por estadios modernos, silletería numerada, nada de público parado, seguridad dentro y fuera y severas penas para los indeseados. Los equipos históricos han cambiado o remodelado sus estadios, es el caso de Wembley en Londres donde fue construido otro nuevo, Tottenham hace pocos años construyó uno de los más modernos de Europa, Arsenal tiene un inmenso escenario, el Everton inaugura su estadio en el 2025 y el Chelsea ya tiene en mente otro estadio para no quedar atrás del resto de equipos londinenses. La capital inglesa tiene además otros estadios como el Olímpico que se construyó para los Juegos Olímpicos del 2012 y donde se hicieron las competiciones atléticas. En la década de los ochenta se recuerdan varios sucesos que marcaron a los “hooligans” con sus desmanes que produjeron muertos, avalanchas, estadios incinerados, como en la cancha del Bradford (foto) al incendiarse la tribuna principal dejando 56 personas muertas y más de 260 heridos en 1985. Las autoridades determinaron que el incendio en parte se produjo porque la gente fumaba y votaba colillas de cigarrillo en las tribunas de madera y por las rendijas iban a dar a donde estaba la basura acumulada durante años debajo de las tribunas, convirtiéndose en un cocktel explosivo. En menos de lo esperado se quemó toda la tribuna. Este suceso y otros más llegaron hasta el Parlamento inglés donde pidieron acciones contundentes a la violencia desenfrenada. En un partido del Nottingham Forest en la cancha de Hillsborough, 96 aficionados del Liverpool murieron ante una avalancha humana en 1989. Otro suceso que marcó el futbol mundial fue la final de Champions League que se celebró en el estadio de Heysel en Bruselas, entre Juventus de Turín y Liverpool, cuando la hinchada inglesa rompió el esquema de entradas penetrando hacia las tribunas produciendo una avalancha donde murieron asfixiados hinchas italianos. A pesar de la mortandad en pleno estadio y después de recoger heridos, se inició el partido con el triunfo de los italianos, de penal y cobrado por el francés Michel Platiní. Triste final de la Champions que merecía mejor homenaje al fútbol con equipos equipos históricos y jugadores de grandes condiciones. Lo paradójico es que los hooligans desaparecieron de la Premier League, pero cuando salen a otros países y con unos buenos tragos vuelven armar el desorden.